29.6.06

Intento fallido: segunda parte

Nada de siestita dije!
Después de desayunar, me fui a hacer algunos trámites, volví a la tarde, del sueño ni noticias, hasta que me senté en el sillón y me apagué.


Me desperté como si hubiera dormido dos días seguidos, y cuando estaba planeando otra noche en vela me acordé de la fecha, de que tenía un examen y no había terminado de leer los apuntes, así que mi proyecto de regularizar mis horarios de sueño quedó para más adelante.

Terminé de leer los apuntes, dormí unas cuantas horas, me levanté a media tarde, leí todo de vuelta, rendí el examen y lo aprobé.

Y ahora? A empezar de nuevo.

Al menos fue productivo no? ;-)

26.6.06

Intento fallido


Como era de esperarse, los yuyos no dieron resultado. La ilusión de los bostezos se esfumó ni bien me puse horizontal. Quedé como el dos de oro, y no de sorpresa.

Vi tele, me levanté para ir al baño un par de veces, tomé jugo, y como no había caso, me puse a tejer.
Me hice un mitón y medio, y me levanté a las siete. Le hice el desayuno a mi hermano, vi tele, le di de comer a los peces, y como era de esperarse, ahora estoy bostezando, me caigo de sueño y me muero de frío.

Dormir la siestita? Nou! Veamos si esta noche puedo pegarme los ojos temprano y dormir toda la noche.

Rendirme? jamás :-)

Se me dió vuelta?


Me gustaría que los negocios abrieran de noche. Los bancos, los médicos dieran turnos también. Pero parece que no lo van a hacer, al menos por ahora, así que... tengo que lograr estar despierta durante el día.

Cuando tenía que levantarme a la mañana por obligación me costaba horrores, probé varios despertadores, el televisor, pero nada funcionaba, si no soñaba que estaba soñando que sonaba el despertador, incorporaba lo que pasaban en televisión al sueño. Tuve muchos sueños locos, pero siempre llegué al trabajo (o a donde fuera) arrastrándome, bostezando, ni la magia del maquillaje podían sacarme la cara de dormida.

Intenté yuyos varios, melatonina, "sedantes naturales", pastillas de las otras ni pienso. Pero nada sirvió para conseguir un resultado que se mantuviera en el tiempo, dos días de vacaciones alcanzaban para que se me diera vuelta por completo el sueño, al punto de no poder pegar un ojo hasta las siete de la mañana y despues no abrirlo hasta que no fueran más de las cuatro de la tarde.

Intenté echarle la culpa a esos años en los que trabajé de noche, pero la realidad es que siempre funcioné mucho mejor cuando el sol se va del otro lado del planeta y la mayoría de los humanos que comparten mi franja horaria están apolillando.

Ahora estoy frente a la pc escribiendo esto, al costadito del teclado tengo la taza vacía con algunos rastros de té de yuyos para dormir, voy por el quinto bostezo y mi despertador está puesto a las siete. Veremos si esta vez tengo éxito.

Deséenme suerte.

21.6.06

Tengo ganas

Tengo muchas ganas de escribir y pocas de pensar, así que pondré lo que me vaya saliendo.

Ahora que tengo nueve horitas más de tiempo por día y ya pasé por la etapa de dormirlas completas, estoy buscando cosas para hacer. Todo sea por evitar que me caiga la ficha de "tengo más de treinta, no tengo título ni certificaciones y tengo que buscar trabajo".

Desde que dejé de ir a la oficina me sorprendió lo rápido que me volvieron las ganas de hacer cosas. Todavía no superé la etapa de no poder concentrarme al leer algo, pero voy de a poquito, el lunes-martes aprobé un examen y tengo que preparar otro, de a poquito será.

Lo primero que se me ocurrió fue reflotar dos proyectos que tenía completamente abandonados: remodelar mi dormitorio y armar una pecera-estanque en mi patio. Por ahora estos proyectos solamente son ideas y dibujos, hasta que pueda aprovechar que tengo un arquitecto en casa y esos dibujos se conviertan en un plan concreto y una lista de tareas.

Para mi sorpresa, fui poseída por el espíritu del ama de casa. Desde que me levanto hasta que me acuesto me la paso viendo manchas en azulejos y buscando rincones donde pasar el plumero atrapapolvo, el autobrillo, el lustramuebles. La semana pasada ataqué el baño, del piso hasta un metro ochenta (hasta ahí llego) quedó impecable, da pena bañarse. Hasta me di el lujo de hacer pruebas con varios productos para ver cuál saca mejor las manchas de jabón de la mampara de vidrio de la ducha. Ayer salí a comprar algo para la cena, y volví armada con cuatro bolsas de cosas: limpiavidrios, lustramuebles, autobrillo, trapos, franelas, escobillón, secador, y un hermoso aerosol para limpiar el horno. Se que es algo pasajero, la limpieza del hogar definitivamente no es lo mio, pero mientras me dure el ataque aprovecharemos los resultados.

Esta semana fue una semana de primeras veces.

El lunes conocí a Dave, el marido de mi amiga Gaby. Capo total, me cayó tan bien como las pocas veces que chateamos, quizá más. Gaby está igualita que la última vez que la vi hace casi dos años, antes de que se fuera a vivir a Canadá. No, no está igualita, está más linda, se trajo de allá algo maravilloso: una pancita de tres meses que crece de a poquito, y que parece tener un par de "pasajeros", o uno bastante grande :-). Tomamos mate (Dave una chocolatada) por casi cuatro horas, y parecieron pocas. Desde que me avisó que volvían nos dedicamos a hacer una lista de cosas para hacer llegado el momento, y el momento llegó. Ya cumplimos con la primera, quedamos verdes de tanto mate. La próxima serán las películas y la pizza (ella adora mis pizzas y yo adoro que alguien adore mis pizzas), seguirán el bingo (otra primera vez), el zoológico, los lagos de palermo, shoppings varios, cine, la República de los Niños... hay muchas cosas por hacer, y por suerte, mucho tiempo para hacerlas.

Otra cosa que hice por primera vez fue limpiar el horno. No es de cochina, fue por falta de tiempo, siempre me conformé con una repasadita después de usarlo, pero esta vez fue a fondo. Adquirí uno de esos aerosoles que prometen limpiar en frío y sin vapores molestos. Lástima que no avisa de ese perfume a limón que disuelve lentamente los pulmones (todavía estoy tosiendo), pero los resultados son asombrosos, nunca pensé que algo pudiera juntar tanta mugre.

También hice mi primer empanada gallega. La versión Salitou es una simple tarta de cebollas, pimientos de todos los colores y pescado, de lata esta vez, la próxima será en filet. Espero que el sabor sea directamente proporcional a la pinta porque quedó de lujo, doradita, prolijita, alta, copia exactamente la forma de la tartera y el olorcito arrancó más de un "mmm... qué olor rico que sale del horno... qué estás haciendo?". Está tan linda que da lástima comerla, pero mañana será prolijamente cortada y degustada. A modo de celebración.

Qué estoy celebrando? La vuelta de mis ganas de hacer cosas.

13.6.06

Completamente al gas II (o masacrando obras de arte)

Chicas:

Lo pidieron. Lo tienen.

Perdón Don Francisco...



Y para no agregarle lencería....

10.6.06

Completamente al gas

Iba a escribir algo. Tenía una vaga idea, y me puse a webear a ver si esa idea se concretaba.

Pero no solo era vaga la idea, sino que estaba vaga y se fue a dormir. Y pasé por los X-Men, caí en una comparación entre Dark City y Matrix, y aterricé en el Código Da Vinci.

Como no leí el libro ni vi la película, me puse a buscar imágenes, y no me pude resistir, hace mucho que no juego. Y acá el resultado :-)


Qué sería este engendro, la Gioconsalitou? Jijiji.

Y ya que estamos, también va algo que hice hace un tiempito (click en la imagen para ampliar)

El nacimiento de Salitou

Alguna otra obra famosa para masacrar? Se aceptan sugerencias.

6.6.06

Pato criollo

Estaba buscando una foto de un pato criollo para ilustrar este post, y encontré esta muy bonita


No se parece al tradicional pato, pero me hizo acordar a mis almuerzos al costadito del lago Regatas. Tenía por costumbre compartirlo con los patos y gansos que viven ahí, y una vez se me acercó uno como el de la foto. Al contrario que los demás, no guardaba distancia, se dejaba acariciar, movía la cola como si fuera un perrito, hasta daba saltitos para agarrar pedacitos de pan de mis rodillas. Casi me lo traigo de mascota, si no fuera porque un pato no puede estar muy cómodo en un departamento...

A qué venía todo esto? Bueno, fue un lindo recuerdo, pero pasemos al motivo de este post: dicen que el pato criollo a cada paso deja una...

Y si, me siento totalmente identificada, por querer arreglar un pequeño desorden en mi blog, pisé la plantilla modificada que tenía y perdí todos los links a los blogs de los que alguna vez pasaron por el mío.

Ténganme paciencia, pronto volverá la lista, como corresponde :)

Abrazo

3.6.06

Dicen que el tiempo es algo relativo. No se si tendrá que ver con la teoría de don Albert, al menos en mi caso, sino más bien con eso de que a veces un segundo es una eternidad y otras dos horas pasan en menos de diez minutos.

No gente, no estoy cucú, al menos no más que de costumbre. Pasa que la cantidad de cosas que me pasaron últimamente son muchas, tantas que un mes se me pasó en menos de dos días (bueno, parecieron dos días). Si esperan leer a continuación una lista de las cosas que me pasaron, les ahorro la decepción al final del post: no voy a poner una lista de las cosas que me pasaron :-)

Qué voy a poner en el post? Lo que salga.

Pepi: la radiografía es de mi codo esguinzado. Puse la radiografía porque logré escanear una y me gustó, y porque el señorito me hace acordar de a ratitos que me lo esguincé, y gracias a él tendré mucho tiempo para estudiar mientras la/el kinesióloga/o me pone aparatitos raros para que me quede como antes del esguince, si es posible mejor.

Cuando las cosas pasan muy rápido, es como si no me pasaran a mi, como si estuviera hojeando un álbum de fotos ajeno, o peor, como si estuviera viendo televisión. Y tiene el mismo efecto en mi persona que la caja boba: me quedo mirando con la boca entreabierta y la mirada perdida, un ojo en la pantalla y el otro mirando hacia el infinito.

Y asi me siento, como si estuviera mirando una novela, aunque no tan entretenida como las novelas de la tarde que estuve viendo últimamente.

Estoy mirando un capítulo en el que la protagonista, con el codo esguinzado (como yo), está tirándose a la pileta desde lo más alto, es de noche y no ve si abajo hay agua, ni siquiera si hay pileta. Pero eso no importa, porque la sensación de levedad, de flotar, sentir el airecito que pasa por todos lados hace olvidar que está en plena caída, y no deja lugar a pensar en lo que pasará cuando se aleje lo suficiente del cielo y se acerque todo lo posible a la tierra.

Hay cosas que me quedaron picando de ese capítulo (que todavía no se termina), y una de ellas es cómo muchas veces ante una situación de abuso no reaccionamos, y hasta nos cuesta plantarnos y defender nuestros derechos. Aclaro que no soy mujer golpeada ni golpeadora, mi familia es fantástica a pesar de sus pecualiridades, mis amigos siguen valiendo oro, mi perro se porta cada día mejor y mis peces nadan lo más panchos en su pecera. Sigo, estaba con el tema del abuso. Todo parece normal, hasta que aparece alguien y dice que las cosas no son así, que no está bien, y suena el click: "si seré repelot#$@!!!". A veces el click suena, pero hay que ignorarlo, por necesidad, por miedo, inseguridad, comodidad. Porque a veces todo está tibiecito en el fondo del pozo ciego.

Hasta que llega el momento en el que la "dignidad" vale más que cualquier otra cosa. No se exactamente qué es "dignidad", pero suena muy lindo cuando digo "mi dignidad vale más que cualquier otra cosa", y creo que al menos entiendo el concepto. Y como creo que lo entiendo, me planto.

Y llega el momento de empezar de nuevo, acaba de llegar. El momento de arreglar lo que se rompió y no le di pelota, limar imperfecciones, pulir el exterior hasta lograr una estructura sólida y firme y una cubierta lisa y brillante, un producto digno de estar en las mejores vidrieras y exposiciones, algo que infle el orgullo hasta que se acerque peligrosamente a su límite.

Ese producto se llama Salitou (bueno, así le digo yo). Algo completamente nuevo? Una versión mejorada? No, simplemente lo que siempre debió ser y por h o por b siempre quedó en suspenso.
Estoy viendo todo eso en la caja boba, cómodamente sentada en mi sillón, con las patitas en un puf, un ojo fijo en la pantalla y el otro apuntando hacia el infinito.

Y me voy a quedar así, mirando cómo van pasando las cosas, y esperando que la mala de la novela (no apareció todavía, pero siempre hay una) no arruine los planes de la protagonista, ni tome su lugar porque es más interesante, o no los entorpezca tanto que la novela se haga demasiado larga, porque si la novela es muy larga cambio de canal buscando algo más entretenido. Seguiré sentadita, hasta que llegue el momento de bajar las patitas del puf y seguir con el cambio como corresponde: teniendo plena conciencia de que me está pasando a mi y de que yo lo estoy generando.

Me siento rara, mirándome desde afuera. Mal? De ninguna manera. Me siento bien, cada vez mejor :-)

Fin del post.