2.1.07

Operativo antisaqueo de fin de año


A ver... cómo explicarlo... me acusan de paranoica... a veces lo acepto... pero después de leer qué es la paranoia en realidad, voy a preferir de ahora en más la expresión "precavida en exceso". Siempre tengo cuidado cuando salgo de mi casa, cuando entro, antes de bajar del colectivo/subte/tren, de por donde ando a determinadas horas, de la información que piden los encuestadores, las llamadas telefónicas extrañas, la gente que toca timbre con pedidos que nunca pedí o quieren hacer encuestas o el clásico mangazo para los bomberos/policía/recolectores de basura, hasta cuando tiro correspondencia me fijo de que no vaya legible ningún dato ni de mi nombre ni de mi domicilio. Jamás compré por Internet con tarjeta de crédito, ni por teléfono. También tengo cuidado si completo algún formulario o alguna suscripción.

A que viene todo esto? A que entiendan un poco más mis razones para todo lo que hago, hice y voy a hacer en los próximos días. Ah, va tipo diario, para que esté más ordenado.

Jueves 28
Querido diario, digo, blog, hoy me desperté de madrugada, para variar, demasiado temprano como para arrancar el día. Decidí remolonear un poco, después de todo, no hay nada más lindo que despertarse temprano y remolonear en la cama hasta la hora de levantarse. Como era previsible, me quedé dormida y tenía miles de cosas que hacer, así que me las arreglé para saltar de la cama y estar lista en media hora (brushing incluído). Antes de salir, verifico que todas las puertas estén cerradas, cuando me acerco al patio veo a un tipo con arma larga que se descuelga del techo del vecino. Entre que lo vi, me pegué el susto de mi vida, me imaginé cualquier cosa y llegué al teléfono me acordé que empezaban a arreglar los patios internos del edificio, y como vi que del arma larga salía un chorro de agua que dejaba las paredes más blanquitas y llenaba de agua sucia y restos de pintura a mis pocas plantitas, deduje que se trataba de una hidrolavadora. Llamé a mi viejo para que venga a quedarse mientras yo salía a hacer mis trámites con fecha de vencimiento hábilmente dejados para último momento, no podía irme tranquila dejando a alguien en mi patio. Como resultado salí de mi casa una hora y media más tarde de lo previsto y tuve que dejar algunas cosas para hacer el viernes.

Viernes 29
Querido blog, hoy me despertaron dulcemente cuando se quedaron pegados al timbre de mi casa. Con un ojo pegado atendí y era el señor del arma, digo, la hidrolavadora, avisando que tenía que trabajar y tenía que pasar por mi patio para sacar la basura que iba cayendo cuando limpiaba la pared. Todo sea por tener un patio blanquito para empezar el año. Al mediodía este señor pasa, y dado el calor reinante, le ofrezco algo fresco para beber, no sea cosa de que se me desmaye en el patio y me aplaste el rosal. El señor acepta y comienza con su discurso. Al principio sonó a agradecimiento por ofrecerle el jugo, pero en cuanto dijo que yo era "muy amable" y siguió con las alabanzas hasta llegar a un "se nota que usted es una persona feliz" el asunto se puso sospechoso. El motivo? Vivo con cara de OGT, desde que se me están marcando los surcos nasogenianos no sonrío ni me río si no es extrictamente necesario, y en la calle eso no es necesario, y este buen señor las dos veces que me vió fue con cara de dormida y sin peinarme, si con eso me considera simpática, es sospechoso. Acto seguido, me cuenta su edad, estado civil, composición familiar, y me pregunta mi estado civil, si habito la casa permanentemente y si voy a estar para fin de año. Chan, mi cabeza me pegó el grito "claro, y ahora te pide copia de las llaves no?". Sigue conversando, agradeciendo, y se va. Quizá sea la persona más amable y honrada del planeta, pero no puedo evitar sospechar. Llega mi vieja, me voy a terminar los trámites. Cuando vuelvo nos ponemos a ver las novelas (ella las mira y me las comenta, y yo me doblo de la risa con sus comentarios), y pasa por última vez el pintor, se despide y avisa que pasa mañana para adelantar trabajo. Al rato vemos que se descuelga la soga por el patio. Me asomo, y lo veo asomado en el techo, y me entero que quiere dejarla toda la noche colgando del techo a mi patio. Ni en pedo, llévesela. Mi vieja ofrece quedarse a dormir, y acepto sin dudarlo siquiera. Durante la cena planeamos la estrategia anti afano. Mi vieja se va a dormir, y yo me quedo "haciendo guardia".

Sábado 30
Querido blog, pasé de largo del 29 al 30. Si me voy a dormir, seguro voy a tener pesadillas de gente entrando a mi casa (curiosamente tuve un sueño así el 26), así que me quedo a puro café flotando a la deriva en la red. Llueve, así que no va a haber pintores sospechosos el sábado. Aparece JP y me hace el aguante hasta la mañana, un capo, hasta me mandó las fotos de su cara y la botella que estaba vaciando mientras chateaba. Hacemos intercambio (de palabra) de nuestros regalos de Navidad, peli para mi, juego para él. Se va a dormir, se va mi vieja a ver a mi abuela y me quedo esperando a que llegue mi viejo, porque no llovió tanto y capaz que vienen los pintores. Mi querido padre tiene un sentido muy especial de las urgencias, aparece a las seis de la tarde. Hacía una hora que había decidido rendirme y estaba dormitando en el sillón. Le digo que me tiro una hora en la cama y que me llame si o si, porque me tengo que cruzar con JP para darle los saludos e intercambiar regalos. A la media hora me llama JP, quedamos en un horario, y me duermo de nuevo. No me despierta nadie, abro un ojo a las diez de la noche, pido la cena, miro la nueva traba imposible de romper que tiene la puerta (ahora, si quieren chorear, van a tener que romper la puerta macacos), cenamos, se va mi viejo y mi vieja, que llegó cuando yo dormía, se queda otra noche. Esta vez me voy a dormir, mañana será otro día, el último día. Del año, quiero decir.

Domingo 31
Querido blog, hoy no tengo ganas de madrugar. Igual me levanto a las nueve y preparo el desayuno. Mi vieja se despierta y empezamos a planificar la cena. Vamos a ser solo tres, y me dice de hacer pollo. Yo digo joya, hasta que me entero que todavía hay que ir a comprarlo. Ella quiere ir al autoservicio a la vuelta, yo, sospechando que el 80% de las cosas que necesito no va a figurar ni en la lista de precios, elijo el supermercado del elefante. Vamos, compro todo, pienso que no puede ser que una cena casera para tres salga lo mismo que una cena para tres en un restaurant, pero lo hecho hecho está. Vamos para lo de mis viejos, preparo la cena, cenamos, brindamos y nos tomamos la mitad de las botellas de champagne que había disponibles (lo que sucedió después no es publicable en este blog, solo diré que muy bizarro), y me voy a dormir, afortunadamente sin pensar en mi casa y los cacos rondando.

Lunes 1
Querido blog, hoy pinta un día tranquilo. Me arrastro hasta la terraza para el desayuno, pero llego tarde. Igual no puedo ni imaginarme ponerle algo sólido al estómago. Mi mami se pone a hacer empanadas (si, con ese calor, horno, creo que es masoquista) y a romper, digo, a sugerir que haga algo. Como cualquier cosa le viene bien, me pongo a ver tele. Pienso venir a ver mi departamento desmantelado despues del almuerzo. Almorzamos, y dadas las condiciones climáticas reinantes decido dormir la siesta. Abro un ojo a las ocho, y a duras penas me despego del colchón, me meto debajo de la ducha, abro el agua fría, me enfrío un rato, pero antes de secarme ya estoy otra vez a temperatura ambiente. Cena en la terraza, curiosamente no hay mosquitos, quizá pusieron una alerta a la madrugada después de picar a alguno de nosotros tres. Cenamos, y ya me quiero venir. Intentan hacerme brindar con champagne, resisto. Logro partir, mi vieja se viene conmigo, las instrucciones son llegar, abrir la puerta y si pasó algo, no entrar. Llegamos, abro la puerta y está todo tal cual como lo dejé. Esta noche puedo dormir tranquila.

Bueno, esto pasó para ponerle sal a año nuevo. Ya parece que hubiera pasado todo, pero ni en pedo me descuido. Consejito: ojo cuando algun desconocido les pregunte algo, es una cagada tener que desconfiar de todo el mundo, pero con los tiempos que corren no nos queda otra. Eso si, disimulen, así si desconfiamos al pedo, por lo menos no hicimos sentir mal gratuitamente a alguien.

Espero que hayan tenido un lindo comienzo.