26.11.05

Raúl


Hace un par de años, la vida y un incremento del 20% en mi sueldo me llevaron a elegir el turno noche en mi trabajo. Durante casi dos años trabajé de lunes a viernes de 22 a 7, léase, de martes a sábados.

Una vez, caminando las cuadras que separan el edifico de la parada del colectivo, pasé al lado de una ventana con postigos de esos de metal habitualmente pintados de gris. La ventana tiene como un balconcito, y los postigos estaban abiertos de una forma extraña, como cerrando el balconcito.

En esa especie de "cucha", había un hermoso gato negro y blanco, casi idéntico a Félix. Esos gatos y los gatos totalmente negros son mis preferidos.

Pasé al lado y me miró fijo y me dijo decididamente "miau", como saludando o pidiendo algo. Me acerqué y le hice unos mimos, y así empezó: todas las mañanas yo pasaba por esa ventana y todas las mañanas estaba el gato esperándome, a mi o a alguien que le daría de comer a esas horas.

Un buen día pasa una vecina del barrio y me ve haciéndole mimos al gato y me dice "ya conociste a Raúl" y nos quedamos charlando. Al parecer Raúl había vivido entre la gente, y se ve que en un hogar con chicos, porque los seguía como si fuera un perrito. Era uno de esos gatos que "hablan", mimoso en extremo. La dueña de la ventana lo había llevado a castrar, y una veterinaria lo atendía gratis.

Un buen día le estaba haciendo mimos cuando me di vuelta a mirar algo del otro lado de la calle, y en ese momento Raúl saltó y se me prendió de la remera. Lo agarré para que no se caiga y me arañe en el proceso, y se quedó a upa, quietito, con sus patitas alrededor de mi cuello, como abrazándome.

Fue tan lindo que en cuanto se dejó bajar (se agarraba de mi remera con las uñas) crucé al supermercado de enfrente y le compré una lata de alimento. De más está decir que se hizo costumbre, y Raul siempre esperaba pacientemente en la puerta del supermercado a que yo saliera con la lata de comida.

Raúl era como una mascota con cama afuera, yo quería adoptarlo, pero lamentablemente no puedo tener animales con pelos que den alergia en casa, a mi hermano le hacen demasiado mal.

Le hablé a mi mamá de Raúl, y ella estaba que si que no, que otro gato más no que despues se van y sufro, que bastante tengo con el perro, hasta que la convencí.

Un día que ella volvía de la casa de mi abuela y se bajaba del tren cerca de donde trabajo, nos encontramos en la estación que queda cerca de mi trabajo y la llevé a conocer a Raúl. No estaba. Estaban su cajita y sus platitos en la ventana, pero de Raúl ni noticias.

Como a veces desaparecía por varios días, y otras lo veía durmiendo en algún negocio de la cuadra, no me preocupé mucho, pero nunca más apareció.

Ayer a la mañana pasé por su ventana, y estaba vacía, el postigo cerrado, como si nunca hubiera vivido ahí. Y no se por qué, empecé a extrañarlo horrores. Extraño el diálogo de todas las mañanas:


- Hola Ra!
- Miau!

- Qué lindo que sos Ra!
- Miau!
- Comiste?
- Miau!


Extraño pensar que me esperaba a mi, su costumbre de contestar a cada cosa que yo decía, y su forma de pedir upa, porque eso también se le había hecho costumbre.

Fin del post.

23.11.05

Angel


Me veía de lejos, de espaldas. Estaba frente a ella, diciéndole una a una las cosas que estaba haciendo mal, retándola.
Pero no soy yo, o si? Se ve así mi espalda? No puede ser, esos hombros están más allá de los dos metros de altura. Y mi pelo, larguísimo, liso, negro y al mismo tiempo gris, con reflejos metálicos. No parezco yo, y además vestida de blanco, y de largo, y esas formas que se adivinan debajo de esa especie de.... túnica translúcida... una espalda muy huesuda, y qué largos mis brazos y mis piernas... y mis pies? Por qué veo el piso y no veo mis pies?
Camino alrededor para verme de frente, y me ubico detrás de ella. Qué cara larga tengo, y tan... luminosa? Y esa mirada? Da miedo de verdad, y mis ojos parecen dos huecos, oscuros, grandes, profundos, en medio de tanta luz.
Ella parece tan pequeña al lado de eso que le está hablando... si se me apareciera algo así me moriría del susto. Y parece que estoy enojada, aunque solo mueva la boca para decirle a ella que lo que hace está mal, que no tiene derecho, que no lo siga haciendo.
Y comienzo a ver a través de esos ojos profundos (mis ojos), y veo la cara de ella, el pánico que muestra su cara hace que las de películas de miedo parezcan un chiste.
Y escucho su voz, temblando de terror, como si creyera que el poco aire que le queda no le fuera a alcanzar para completar la pregunta: "qué sos?".
Y siento su miedo, porque se convierte en mi miedo y se acelera mi corazón cuando esa voz (mi voz) que golpea directamente en el esternón como un trueno dice: "ángel".

22.11.05

Licuadora


Estoy en medio de un ring. No un anillo, uno de esos rectangulares donde dos señores de pantaloncillos y manos acolchadas se decoran las caras a golpes.
Estoy en el medio y me rodean mis oponentes: el trabajo, la familia, el dinero, el estudio, uno en cada esquina.
Me miran fijo, serios, esperan que de el primer golpe para devolvérmelo. Pero no puedo, no puedo moverme por más que lo intento. Se que en el momento oportuno, a las corridas y con el tiempo más que ajustado voy a fajarlos a todos, de a uno por vez, pero no puedo anticipármeles.
La semana pasada intenté estudiar para un exámen, leía dos párrafos y se me venía a la mente un tema de trabajo, una discusión imaginada, mi pie posándose triunfalmente en la garganta de alguien. Volvía a leer el último párrafo, y se me venía a la mente un tema familiar, y me quedaba con los ojos fijos en la misma palabra mientras pensaba cómo resolverlo. Un sacudón de cabeza y a retomar la lectura, y un ejército de números seguidos del signo $ y un nudo en el estómago me atacaban.
No se daban cuenta que me estaba peleando en ese momento con el señor estudio? No pueden respetar cada uno su turno?
No, y yo no logro concentrar mi atención en uno solo por vez, tengo que tenerlos a todos en la mira, y así no logro avanzar, sino mantenerme en el medio del ring, que ahora es un
dohyo, y yo estoy en el medio tratando de que no me saquen.
Y un día antes del exámen resigné horas de sueño, le di un par de leídas a conciencia (es decir, con pocas interrupciones) y aprobé, pero a último momento.
Y sigo así, con un cóctel en la cabeza, cada idea, pensamiento, recuerdo, previsión, bronca no descargada o alegría está desarmada en pedacitos, y está todo mezclado.
Sepan entender si entre tanta mezcla se me escapa de vez en cuando alguna incoherencia.

17.11.05

Creamfields 2005

A pedido del público, va el reporte de mi primer Creamfields.

Había escuchado tanto de la del año pasado: "estuvo buenísima, lástima que te la perdiste", "fue increíble", "no podía parar de saltar", "las entradas se terminan al toque de que salen a la venta, apurate", y así.

Este año decidí no perdérmela, quería revivir un poco mis épocas de adolescencia y pogo, ver alguna que otra banda/dj que me interesaba del line up, pero más que nada sentir un poco de esa energía de gente feliz y exaltada y poder decir algo como "ah, si, mortal, fue a la del 2005" cuando alguien me hiciera un comentario, y dejar atrás el "una vez fui a una rave".

Y compré mi entrada, el 17 de octubre. Y el 12 de noviembre, luego de una semana de refrescar mi mente con un poco de cada uno de los que iba a ver, no fuera cosa de que me dieran ganas de cantar a los gritos con todo el mundo y no saber aunque sea un cachito de letra, llegó el momento esperado. Y me preparé la mochila, lentes de sol, algo de abrigo, documentos para demostrar que soy mayor de 18, la entrada (fundamental), dinero, desodorante (la higiene es lo primero), papel y birome para tomar nota (nunca se sabe), y partí en mi "hermanomóvil" en compañía de mi hermano y un amigo (de él).

Llegamos y había gente, mucha gente vendiendo entradas en la puerta, pero yo ya tenía la mía y el que vendía las VIP no quería aceptármela en parte de pago. A eso de las 20 hs, luego de comer un pancho cada uno, para aguantar hasta la madrugada y para vivir la adrenalina de "me intoxicaré?", cruzamos la primer valla. Y vinieron los controles, en uno me revisaron la mochila, al toque compramos una hamburguesa porque nos faltaba adrenalina y la noche era larga, y seguimos, me miraron el documento, me cortaron la entrada, y llegamos al lugar del evento.

Empezamos a armar el itinerario, y apareció más gente, todos amigos de mi hermano, y amigos de los amigos de mi hermano. Conocidos míos? Julieta Fazzari y Juana Repetto, pero ellas a mi no me conocen.

Y empezó el bailongo, me mandé para el Main Stage, que vendría a ser el pasto delante del escenario grande, para ver a Audio Bullys. Y empezó el show, y empezamos a saltar. Después vimos pasar sobre nuestras cabezas una bonita maceta con una planta que a simple vista parecía cannabis, y la gente miraba hacia la planta y aplaudía, así que hicimos lo mismo. Pronto el grupo se aburrió, y quisieron ir a una de las carpas a ver a David Guetta, y allá fuimos todos agarrados de la manito, como en el jardín de infantes.

La carpa era un infierno de gente y aire viciado. Desafiando las leyes de la física entramos y logramos adelantarnos bastante, saltando al ritmo de la multitud. Sonaba lindo, pero faltaba el aire de verdad, compartíamos las botellas de costosa agua (si, costosa, cinco pesos la botella de medio litro) hasta que no aguantamos más y salimos en fila como estábamos.

Fuimos a garronear chicles a la carpa de la marca de chicles, y se sumaron dos personas más. Ahi seguimos con el plan: primero a ver a The Prodigy en el Main Stage, en la mitad, a ver un poquito a Hernán Cattaneo, después, de vuelta al Main Stage para ver a Paul Oakenfold, y terminar con Danny Tenaglia en otra de las carpas.


Fuimos a ver a The Prodigy, y empezó la música, y salté con el resto de la gente, y canté un poquito, y cuando dijeron "vamos a ver a Hernán" dije "nos vemos en la carpa del chicle a las dos". Y se fueron, y me dejaron, y aproveché la libertad de no estar pendiente de separarme de mi grupo y me dispuse a revivir viejas épocas haciendo algo que ya no recordaba "viajar en pogo". Y fui pendeja y salté y salté mientras la multitud saltante me empujaba hacia adelante, y grité levantando mi mano hacia la cámara que pasaba por encima de la gente, y llegué a la valla, y estiré mi manita justo que Keith Flint decide dejar de darle la mano a la gente que estaba agarradita de la valla, el primer extranjero que me hace "ossssoooooo!". Terminó el show y salí de la manada con la euforia de haber disfrutado a lo grande.

Me encontré con el grupo en la carpa de los chicles, repusimos los fluídos perdidos y descansamos un rato hasta el siguiente show.

Llegó el momento y volvimos al Main Stage, y nos metimos entre la gente desfiando nuevamente las leyes de la física. En el escenario, una pantalla gigante con un video, y empezó a sonar despacito, y se empezó a sentir la tensión contenida, y todos todos los que estábamos paraditos nos sentamos (eso fue increíble), y de pronto explotó la música y explotó la multitud en un solo salto, y esta vez no esperé a que me dijeran que iban para otro lado, me dejé llevar y salté otra vez, y sentía la música haciéndome temblar la mochila, el esternón y el ombligo, y avancé hasta que no pude avanzar más, y vi a Paul, muy tranquilo con sus bandejas, mirando cada tanto a la gente, y cuando parecía que se iba a terminar, cuando el silencio se adueñó de la noche, en una de las pantallas de los costados vi que Paul volvía, y sacaba un disco, si, disco, de los de vinilo, y lo ponía en la bandeja, y empezó a sonar U2, lo último, y la masa de gente empezó a saltar otra vez, y yo también, y fue increíble, de verdad.

Y se terminó, y volví a la carpa del chicle, y nos encontramos todos, y fuimos a la otra carpa a ver a Danny Tenaglia, pero ya no quedaban energías, y nos volvimos.

Llegué a las 7 de la mañana a casa, me saqué los restos de maquillaje, lo que me quedaba, y me di un lindo baño para sacarme esa capa de no se qué que se me había pegado por todos lados.

Les paso un breve balance de mi paso por la Creamfields:

  • ofertas de entradas: 16
  • pedidos de entradas: 0
  • tocadas de culo (a mi): 3
  • apoyadas: 2
  • botellas de agua: 2
  • latas de Speed: 3
  • gorras: 1
  • ofrecimiento de pastillas: 5
  • The Prodigy: impresionante
  • Paul Oakenfold: increíble
  • Yo: feliz!!!!!!!!!

Chau. Fin del post.

10.11.05

Dioses en el dormitorio


Cuatro menos cuarto de la mañana y yo sigo frente a la pc. Chateando, tratando de identificar el último pez que me compré, y que no anoté el nombre, buscando algo que se me ocurra en internet, pispiando blogs de otras personas.

Es que acaso el sueño no va a venir nunca? Acabo de bostezar, pero sigo con los ojos como el dos de oro.

Dormir es una pérdida de tiempo. En lugar de estar mirando la parte de atrás de mis párpados o soñando mis clásicas incoherencias, puedo leer, aprender, comunicarme, hacer amigos, pelearme, viajar, soñar despierta, que es algo así como soñar lo que uno quiere cuando quiere y porque quiere.

El cuerpo me pide descanso, esa sensación de calambre que trepa por mis tobillos y frena en la pantorrilla viene cada vez más seguido, y sin embargo mi cabeza está a mil, pienso, busco, investigo, aprendo, me obsesiono.

La otra noche me obsesioné con la sensación de caída cuando estamos a punto de dormirnos. Sinda me había pasado el dato, y no retuve el nombre, solamente sabía que es una especie de epilepsia. Busqué y busqué por horas, y horas, y más horas. Era de día cuando encontré la definición, y empecé a buscar distintas definiciones. No me acuerdo el nombre, porque pasó a segundo plano cuando me enteré que en realidad el nombre lo recibe un sacudón del cuerpo, la caída está entre ese sacudón y dormirse.

Pero dormirme no es algo que tenga ganas de hacer ahora, dormir me da dolor de cabeza, de espalda, y cuando empiezo a dormir, no me puedo despertar.

Entonces pienso debería estar en brazos de Morfeo, y me lo imagino en mi dormitorio, en la cama, llamándome con los brazos abiertos. Pero dudo si es Morfeo o es Orfeo, y afortunadamente está la Wikipedia, y me aseguro que es Morfeo, y para mi alegría descubro que Morfeo es el creador de los sueños y no el dios del sueño, porque me suena más al dios de la cena. El dios del sueño, o sea, del acto de dormir, ese es Hipnos, y ahí me engancho con la mitología griega, y me imagino que el que está en mi cama es Hipnos.

La Wiki me dice que "En la mitología griega, Hipnos era la personificación del sueño. Era hijo de Nix, la noche, y hermano gemelo de Tánatos, la muerte no violenta". Entonces pienso que mejor que esté solito en mi cama

Y sique la Wiki: "Su palacio era una cueva oscura donde el sol nunca brillaba. A su entrada crecían amapolas y otras plantas hipnóticas. Según algunas fuentes, vivía junto con Tánatos en un palacio subterráneo cercano al de Nix. Según otras, lo hacía en una cueva bajo una isla griega, a través de la cual fluía Leto, el río del olvido". Y me imagino que debe tener una cama más comoda que la mía, y que las amapolas son re lindas, mejor sería irme para lo de Hipnos, que seguro tiene mucha plata porque tiene palacio, aunque sin sol.

"En el arte Hipnos era retratado como un hombre joven desnudo y con alas en los hombros o las sienes."Apa, desnudo, con plata y me llama desde mi cama, esto se pone interesante.

"A veces es representado como un hombre dormido en una cama de plumas con cortinas negras a su alrededor". Sisisisi! Este es mi modelo preferido de cama! Siempre quise una con cortinas, bien grande como para pasear abajo de las sábanas. Me voy derechito a lo de Hipnos. Espero q la cama sea grande grande, me gusta dormir en el medio, y si hay más de uno es incómodo.

"Sus atributos incluyen un cuerno de opio inductor de sueño, un tallo de amapola, una rama de la que gotea el rocío del río Leto y una antorcha invertida." Viene con cuernos? Chan :-

"Morfeo es su principal ayudante y evita que los ruidos le despierten". Ah bueno, esa no me la esperaba. Así que además de Hipnos tengo también a Morfeo, y los dos me están llamando, desnudos, en mi cama, Hipnos se va a dormir y Morfeo no, Hipnos tiene cuernos...

Too much. Me voy a dormir (me llaman).

Fin del post.

5.11.05

Maldita necesidad


Qué pasó? Me abandonaron las palabras? La maldición del poeta volvió a atacar?

Nop, este no es un caso de falta de palabras, justamente eso es lo que sobra, lo único que falta es orden y coherencia, todas se matan por salir del agujerito del que salen los nervios que hacen que mis dedos se muevan (si, ya se que mis dedos son movidos por músculos, pero quién les dice que se muevan?), y bueno, pasa lo que pasa siempre, el agujerito es chiquito, las palabras son muchas, se traban, no dejan salir, empiezan a empujar, hacen presión, el agujerito no cede, no se agranda, y duele la cabeza, y mejor me voy a dormir que a lo mejor "mañana" salen.


Y bueno, pasaron muchos "mañana", y el agujerito no se agrandó ni un micrón, las palabras se pusieron de acuerdo y empezaron a salir en fila, como corresponde, y con un aceptable nivel de coherencia.


Y tanta introducción solamente para decir algo que no me gusta decir: odio necesitar ayuda. Me acostumbré a enfrentar sola mis problemas, a buscar yo sola las soluciones e inventarlas cuando no existen.

Y llegó el día en el que, ante la pregunta de "necesitás algo?" tuve que decir que si.

Y me dio bronca, mucha bronca.

No se si por tener que guardarme el nograciasyopuedosola o por eso de no querer joder a nadie, porque de verdad me jode saber que estoy molestando a alguien, y no porque cuando a mi me pidan algo me estén molestando (ojo que tampoco sufro del sindrome de Chapulín Colorado), pero eso de necesitar ayuda, y no una vez, sino varias veces, y todas juntas, me hizo acumular una cantidad de bronca increíble, al punto de que se me trabaron todas las palabras en el agujerito ese que ya mencioné.



Y me senté varias veces frente a la pantalla, con el form de un nuevo post en blanco, y ni siquiera aparecía el título, lo más que apareció fue el Pitufo Gruñon que adorna este post, y si va un pitufo no puede faltar mi adorado Azrael, así que también va, y muchas veces porque me encanta, y aunque solamente pegue porque es un poco gruñón, a su felino modo.

Y bueno, el asunto ya pasó.
Ya puedo volver a decir "no, quedate tranqui, estoy bien, yo puedo sola".

Y si me vuelve a pasar eso de necesitar ayuda, ahora que tuve que pedirla y aceptarla, que pasará?

Seguro que lo mismo.

Fin del post.