29.7.06

My precious

Tengo un antojo. No de helado. Ni una barra de chocolate. Ni frutillas con crema.

Muero por una linda porción de habas. Fresquitas, no secas ni congeladas. Comprarlas en la verdulería, en una bolsita, no en bandeja de telgopor. Hervirlas y ver como flotan de a ratitos empujadas por las burbujas. Colarlas y ver como el agua turbia y humeante de la cocción sigue de largo dejando ese hermoso color verde en la malla. Ponerlas en agua helada para que sigan verdes. Pelarlas de a una, con cuidado para que no se rompan, ver como les sale un poquito de vapor. Separar un par para mis peces, que como yo, mueren por las habas. Ponerles un poquitín de sal al resto, y cenármelas de a una (tiene que ser en la cena), aplastándolas contra el paladar, o comerlas con la mano, mordiéndolas y viendo cómo queda la marca de mis dientes en la mitad que tengo en la mano. O hacerlas puré en el plato, ponerles alguna especia de las que no uso hace mucho, quizá un poco de wasabi en polvo, una pizquita de pimienta de jamaica, un mini toque de canela para probar algo nuevo, un poco de pimentón dulce recontrapuro que me trajo mi tía Lola de Catamarca. O usarlas de excusa para un risotto, o inventar algo, como cuadrados de polenta con habas grillados.

No tengo idea de si es época de habas frescas, si voy a salir a la calle y las voy a encontrar en la verdulería de acá a la vuelta, o si voy a tener que caminar un poco más para comprarlas congeladas en el super y satisfacer mi antojo aunque sea a medias.

Me dio el antojo hace casi una semana, todavía no me di el gusto, y lejos de esfumarse, las ganas son cada vez más fuertes.

Quizá mañana venza la fiaca y salga a buscar mi verde tesoro, my precious, mis habas.

4 comentarios:

Una Pepina dijo...

Mi padre amaba las habas.
Invariablemente desde que puedo recordar las compraba y hervía una montaña y despues nos sentábamos juntitos a comerlas.

Hoy en día Stefa y yo lo seguimos haciendo. Se las compro a las bolvianas que las tienen refresquitas.

Un beso nena.

MALiZiA dijo...

Hola Salitou,
justo te iba a decir que la bolivianas siempre tienen, y leo el comment de Pepina, diciéndote lo mismo.
Te digo que para antojo son genial, fácil de resolver.
Yo anda antojada de pistachos, también algo fácil, te gustan?
besos y hasta prontito.

Salitou dijo...

Pepi: Qué lindo lo que me contás!!! Me hiciste acordar a uno de los malabares de mi mami en épocas en las que no existían los congelados con formas: compraba no me acuerdo qué pescado sin espinas, tipo anguila, con columna vertebral y bastante carnoso, lo cortaba en rodajas, lo rebozaba con harina, lo freía, y nos decía a mi hermano y a mi que eran "pantaloncitos" :-)

Salitou dijo...

Mali!
La verdad, no se qué pasó con las bolivianas en este barrio, hasta ahora las únicas que vi tienen verdulería :-P
Pistachos? Mmm... me parece que se viene otro antojo... Definitivamente tengo que volver al barrio chino :-D