2.12.05

Se perdió la Magia?

Llego a casa y no tengo nada que hacer. Salir? No tengo ganas. Ya leí todos mis mails, si, de todas mis cuentas, ayer aprobé el examen que tenía que rendir y hasta el lunes no tengo el material para estudiar para el siguiente. Decido ver televisión, me fijo en la programación: La comunidad del anillo. No hay mucho que pensar para decidir. Empieza, la música me vuelve a pegar en el plexo solar, un río de hielo me recorre la columna vertebral y se extiende por mis nervios, hasta la punta de los dedos de las manos y los pies. Mis ojos se llenan de lágrimas y clavo la punta de los dedos en un almohadón, esperando. Hacía mucho que no sentía esto, adoro esa historia, adoro cómo esas palabras se meten por mis ojos y me transportan a ese mundo de fantasía, donde el mal y el bien están tan bien diferenciados, donde hay lugar para héroes, heroínas, seres que sufren de formas que no podemos imaginar, otros que son felices y su felicidad es algo tan natural que no deja lugar al sufrimiento. Pero ya no es lo mismo que la primera vez. La magia que sentí y viví cuando leí los libros por primera vez ya no está. Es una historia cruel, me lleva a lo largo de tantas páginas a un mundo en el que me gustaría estar, para abandonarme al terminar la última página del último libro. La historia se terminó y punto, ya no hay más, tengo las manos, el corazón, el alma y los ojos vacíos de toda esa magia. La magia original, que me dibujó sonrisas y me arrancó lágrimas. La magia original ya no está, en su lugar hay otra, la magia de robar por un rato un pedacito de la vida de esos personajes, sabiendo que se volverá a terminar, y que me voy a quedar otra vez con las manos vacías, que se me va a escurrir entre los dedos, como el agua.

2 comentarios:

ajsoifer dijo...

Siempre sostengo que la Literatua me salva y me arruina la vida en idéntica proporción.
Salva porque es la posibilidad de ese escape, ese viaje mágico y maravilloso que nos conduce, muchas veces, hacia el fin de la noche precisamente. Nos arranca de una realidad y nos inunda con otras posibles realidades.
Pero me arruina la vida porque en algún momento llega la hora de bajar la vista, dejar el libro en la biblioteca o mesita de luz y volver a vivir en esta realidad cruda y diaria.

Salitou dijo...

Lo bueno de la literatura es que si bien te deja con las manos (y el alma) vacías para devolverte sin anestesia a la chata realidad es que te deja la esperanza de volver a abrir un libro o mirar una pantalla y meterte otra vez de lleno en un nuevo mundo mágico, o en uno que ya visitaste. Siempre podés volver, aunque ya no sea lo mismo que la primera vez :)